"Era del Algoritmo": marginación digital
Si con anteriodidad vivimos la "revolución industrial", la "revolución tecnológica"... en la actualidad vivimos en la "era del algoritmo". La inmensa mayoría de las decisiones que tomamos a diario están basadas en un algoritmo intrínseco a todas ellas (No visible para el decisor final).
Estas decisiones van desde la cuota mensual del seguro de casa o de coche, posibilidades de concesiones de créditos, selección de nuestro currículum ara un empleo, etc. Todas estas decisiones las toma un algoritmo matemático y no una persona.
Como ventaja podemos indicar que esta situación nos "iguala", ya que el algoritmo diferencia en función de variables socio-económicas. Lo que si es cierto es que "iguala" ante personas de un cierto nivel. Con frecuencia estos algoritmos están modelizados para maximizar una función matemática que viene definida por un conjunto de variables explicativas, las cuáles son aleatorias (No determinísticas) en muchos casos, estos algoritmos pueden crear discriminación y además no están sujeto a ningún tipo de regulación.
La posible marginación que vivimos en la "era del algoritmo", es debida fundamentalmente a la falta de conocimiento de no conocer los modelos y sus algoritmos. Por ejemplo, las personas cuelgan información "INTIMÍSIMA" en las redes sociales, se le facilita a las empresas analizadoras de Biga Data información que hace unos años valdría millones de Euros. Esta información actualmente "encubierta" bajo cánones de felicidad como pueden ser las fotos que colgamos en redes sociales, su ubicación, nuestra edad, sexo, gustos, sentimientos, niveles de renta, etc. A veces es medido con variables conocidas directamente como pueden ser la edad o el sexo, y otras veces a través de variables "proxyes", como puede ser el número de veces que voy al gym a la semana. Son variables aproximadas a la realidad y no un dato exacto, pero pueden ser utilizadas en los algoritmos.
El problema no reside en "regalar" esa información, el problema reside en no saber que todo lo que publicamos en las redes está siendo utilizado por terceros para modelizar algún tipo de algoritmo. Por esto, se puede crear una marginación, ya que se nos puede clasificar fácilmente. Esta marginación ha existido siempre, en la era digital simplemente se puede implementar de manera más eficiente e impersonal. Esta es la visión del reciente libro de Cathy O'Neill, Weapons of math destruction.
Compartir datos es necesario para el desarrollo de muchas aplicaciones beneficiosas y permite una gestión más eficiente de los recursos comunes. Por esto mismo, el Proyecto para la transparencia de la web, desarrollado por la Universidad de Princeton, es una iniciativa para detectar este tipo de modelos discriminatorios, evaluando cómo las compañías utilizan los datos de consumidores, garantizando la privacidad y la ética en su uso.
Frente a esta visión de prácticas abusivas, existen proyectos que promueven el uso del Big Data para el bien común. El proyecto Open Algorithms, liderado por Alex Pentland, del MIT Media Lab, propone nuevas formas de intercambio de información para garantizar la privacidad de los datos personales, a la par que permitir el funcionamiento seguro de aplicaciones colaborativas con datos compartidos. Además, insiste en que los algoritmos matemáticos que traten con estos datos sean públicos y auditables.
Como es observable, la "era del algoritmo" tiene una doble vertiente, por un lado los aspectos positivos de la eficiencia del conocimiento de variables, y por otro, la posible marginación debida al uso de logaritmos que puede producir su uso.
Solución: siempre y cuando, lo que se realice vaya encaminado al crecimiento de la sociedad en general...
Bienvenido sea!
Saludos.
Miguel Ángel Ruiz Reina
